Primeramente debemos destacar que la tradición de intercambiar anillos proviene del antiguo Egipto y se ha perpetuado hasta el día de hoy.
Se ha encontrado evidencia de alianzas de boda para novias en los jeroglíficos de los egipcios, alrededor del año 2.800 AC. Para ésta cultura, el círculo representaba una forma sin principio y fin, simbolizando así la eternidad. Más tarde, los hebreos adoptaron esta tradición en torno al 1.500 AC, luego los griegos la extendieron y muchos años después la acogieron los romanos, pero ¿Por qué debe ir en el dedo anular de la mano izquierda?
Una de las primeras teorías cuenta que esta costumbre se originó en China, en la cual los dedos pulgares representan a la familia, los índices a los hermanos, los dedos medios a uno mismo, los anulares a la pareja, y el meñique a los hijos. Los dedos anulares representan a la pareja debido a que al juntar los dedos de ambas manos y doblar los dedos medios hacia adentro, podrás notar que puedes separar todos los dedos menos los anulares, lo cual indica que las parejas están destinadas a estar juntas para siempre, según esta filosofía.
Luego se encuentra la versión religiosa proveniente de los cristianos por la cual el dedo anular de la mano izquierda tiene una vena que va directo al corazón, “vena amoris”, y al colocar el anillo en ese lugar estaríamos simbolizando el amor y la concordia, según San Isidro.
Sin embargo, científicos han demostraron que esta creencia es falsa. A pesar de ello, el mito todavía sigue vigente.
Una teoría más práctica indica que el metal blando (tradicionalmente oro) sufre menos desgaste o se daña menos en el dedo de la mano izquierda, debido a que la mayor parte del mundo es diestra. Además, el cuarto dedo de la mano izquierda es probablemente el segundo dedo menos utilizado en las manos de una persona. Tal vez por esto, la gente se vio impulsada a colocarlo en el cuarto de la mano izquierda.
¿Conoces alguna otra teoria de el origen de esta tradición? Te invitamos a compartirla.
